Así es el libro que estoy concluyendo:"BAJO EL SIGNO DE MARTE" de Fritz Zorn.Una bomba de aplastante sinceridad consigo mismo,el autor.Un ajuste de cuentas con sus orígenes,con la maldita genética,con la enfermedad moral degenerando en enfermedad física:Zorn murió de cáncer con 32 años.
La lucidez con que disecciona su vida y su muerte me estremecen y mueven a la empatía porque hay muchos puntos en común.No son sus circunstancias privilegiadas las mías:la dorada burguesía suíza,millonaria y terriblemente putrefacta,pero sí la voluntad de tomar distancia del pasado familiar en la medida en que él me hace sufrir.No se resignaba ni acomodaba simplemente a lo que era;en medio de la inmensa derrota,una pequeña victoriala escueta parte de sí que denominaba "yo mismo".
"Una terrible requisitoria contra la familia".
Muy necesario me parece leer algo así en un mundo donde se dice tanta estupidez.Cuando las palabras no dignifican el silencio,mejor callarse.
Yo quiero que mis palabras me digan,que yo sea ellas y no lo contrario;por eso hablo de mí,porque soy mi material de derribo y reconstrucción,porque nada me es más imprescindible que yo misma y eso es lo que puedo ofrecer,la desnudez mía,el desgarro y la exaltación,el caudal atropellado de mi deseo.
No más,ni menos.
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