Sin vínculos.
Relaciones líquidas.
Conversaciones iguales,átonas;sin destino ni ánimo de enriquecer al otro y a uno mismo.
Hablo conmigo,como los locos.
En la eterna encrucijada;los caminos bifurcados:seguir a la masa o adentrarse solo en la espesura.
No puedo seguir a la masa,no quiero.
No temo las opiniones de los demás ni no ser amada porque detrás de cada "Te quiero",venga de quien venga suele llevar aclopadito un condicional.
La lección más difícil que hay que aprender es el amor incondicional.Eso es muy difícil de aprender.
Lo afirma Elisabeth Kübler_Ross en sus magistrales "Conferencias".
Menciona un poema maravilloso de Virginia Satir a propósito del amor incondicional:
"Te quiero amar sin aferrarme,
apreciarte sin juzgar,
unirme a tí sin invadirte,
invitarte sin exigir,
abandonarte sin culpa,
examinarte sin culpar
y ayudarte sin insultar.
Si puedo recibir lo mismo de tí,
entonces podremos encontrarnos
y enriquecernos de verdad."
¿Cuántos de los que puede haber al otro lado podrían afirmar que han sido amados sin condiciones?.
Resolvamos nuestros asuntos pendientes.
Aprendamos.
Crezcamos.
Sin prostituírnos.