Cuando Édouard Levé quería descolocar a sus amigos pronunciaba esta frase,¡qué inmoralidad¡,en este país nuestro la inmoralidad sólo se aplica a las cuestiones religiosas,en lo demás entre pillos anda el juego.Nos sobran estúpidos y nos falta esplendor,la delicadeza es ausencia,no hay brillo,no.
Me alojo en los territorios inmateriales del cine,este fín de semana con Béla Tarr y Philipe Garrel;de fondo musical revisitando La Velvet Underground y Scott Walker;como apoyos literarios Sam Savage,Edouard Levé.No encuentro lugares mejores para escapar a tanta vulgaridad,a esta ostentación de la ignorancia.Menos mal que Wyoming,Buenafuente,Muchachada Nui me consiguen la risa,se la doy de buena gana.
Extraño las conversaciones de tú a tú,esos enamoramientos de la mente,la fascinación que alguien puede provocarte con su voz iniciando mil viajes y alguno más,palabras desencadenando más palabras ,acertijos ,transiciones y tras ellos el deseo.
Mi mirada no se detiene,intuye el salvaje horizonte,más Ulises que nunca.
Vetiver en Pontevedra en diciembre,delicioso.y mañana otra vez Love of Lesbian por Galicia,nos amáis,Santi,no lo niegues.Beso los versos que dejáis tra vuestro paso,caballeros.
Todo lo dejo por decir.
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