jueves, 15 de octubre de 2009

Hablando a los muebles

A veces me siento así,hablando a los muebles pero sin el encanto añadido de que los muebles comprendan...tampoco es de extrañar,no fueron hechos para tales cometidos.Nosotros sí tenemos esa facultad,aunque la usemos poco o nada,comprender,detenernos en lo caleidoscópico y adquirir un estado zepelinesco,maravillosamente flotante.Uso expresiones de mi querido Sam Savage,lo leo y me río y emociono;un hombre tan mayor,tan joven, al margen del tiempo.
Sí,hablando a los muebles,como si pudieran sobornar a mis miedos y ofertaran una deseable irrealidad donde instalarme,no me gusta casi nada de lo que a diario me rodea,tantos matices del gris,sólo mi mente me desentumece los huesos y provoca incendios,deseo ser el brillo eterno de una mente inmaculada;qué maravillosa película Olvídate de mí,Beck interpretando Todos necesitan a alguien alguna vez.
Yo me infinito en estas latitudes,asustada,triste,esperanzada.Practicando maniobras de escapismo,en los vór.tices

2 comentarios:

  1. Si, todos necesitamos a alguien algunas veces. Contar sólo con uno mismo es un error. Los otros nos reconfortan, nos enseñan sus puntos de vista, nos abren mundos nuevos, nos miran, nos abrazan. Los otros es probablemente la mejor manera de conocernos e intentar entendernos. En las buenas y en las malas. Y por eso seguimos intentando e intentando a pesar de que a menudo sentimos que, que sí, que hablamos con los muebles.
    Un abrazo.

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  2. Querida Leola,los otros es una quimera,hay otros y otros,y otros...Yo suelo desear al otro pero me desencanto porque no encuentro la profundidad que espero y no, no me conforta la superficie.
    Así son las cosas,mi abrazo ansía el abrazo,la fundición,quiero el Universo,no puedo conformarme con migajas,ya no,querida;si la opción es la soledad,así sea pero siempre luminosa y esperanzada.Un beso agradecido.

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