Oigo esa melodía en mi cabeza como un mantra de la desolación,Daniel Johnston se coló este fin de semana en mi ordenador para quedarse y convirtió la mañana del sábado en un viaje a sus infiernos y delicias.Tan frágil y desmesurado,tan terrible como adorable.The Devil and Daniel Johnston es un documento extraordinario,golpea directamente a cualquiera que perciba otras realidades que las obvias,el proceso creativo invadiendo sus células y la incomprensión de los semejantes,tan extraños ,tan huraños,cómo nos asusta el talento,qué poco reconocemos lo alejado de la normalidad,somos tan grises,perpetuamente aferrados a la mediocridad.
Se pasó el tiempo con revisitaciones,All about Lilly,El Zurdo,una primera y espectacular incursión en la filmografía de Bela Tarr,La Condena,ufffff,denso ,imprescindibe para limpiar las miradas acostumbradas a lo fácilmente digerible.
Entre la densidad y la ligereza de Spinto Band con OH MANDY me he movido estos días finales de agosto,anhelando complicidades ,tentando a la música del azar para que las palabras sean y se hagan,si no escribo no soy.Desde aquí me escribo para tí,desconociéndote.
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