Hay tanta urgencia en los detalles
en las esquinas inoportunas
en los diccionarios atiborrados de palabras que
jamás
se dirán.
Tanta inviable alegría
aguardando
su posibilidad de ser.
Hoy detesto los absolutos y
me adhiero
a lo cotidiano
con
la insobornable fortaleza
de las tortugas
que
disfrazan de
lentitud
su impaciencia.
Hay tanta gloria oculta
en
los despojos
en
los objetos desechados
en
los límites de extinción
hay tanta
urgencia.
sábado, 21 de marzo de 2009
lunes, 16 de marzo de 2009
DESCUIDOS QUE SON UNIVERSOS
Enhebro un día con otro en una especie de delicadísimo tejido.
Absoluta fragilidad.
Fractalidad.
Fatalidad.
Los pasos que no he dado me desprecian
salvajemente.
Imagino las salidas de emergencia y
me instalo definitivamente en
ese minúsculo matiz que me diferencia de
casi todos.
¿Cómo rentabilizar este caos,
la enmarañada coexistencia del fulgor y
la desdicha?
Pospongo la huída.NADA MÁS.
Mientras,
tiendo puentes de flores sobre mis
abismos.
Por si quieres cruzar.
Absoluta fragilidad.
Fractalidad.
Fatalidad.
Los pasos que no he dado me desprecian
salvajemente.
Imagino las salidas de emergencia y
me instalo definitivamente en
ese minúsculo matiz que me diferencia de
casi todos.
¿Cómo rentabilizar este caos,
la enmarañada coexistencia del fulgor y
la desdicha?
Pospongo la huída.NADA MÁS.
Mientras,
tiendo puentes de flores sobre mis
abismos.
Por si quieres cruzar.
miércoles, 11 de marzo de 2009
A medias.
Hoy se queda todo a medias; la indiferencia que se anuncia y se derrama en gestos incompletos, diezmados, ahítos de perezosa desgana.
La palabra apenas intuída, despojada de significado, deformada por mil imposturas. Todo a medias, como la vida tan en ciernes su arrojo, su atrevida indagación al infinito.
A medias, como la muerte, suavemente distraída en los bostezos, haciendo méritos mientras duerme en nuestro lecho, tan amante y tan distante.
Hoy no acaba nada, no supero los medios tiempos, me reposo en las fracciones, tan sedienta mi alma de abstraerse.
La dispersión me aguijonea con impecable puntería, y no hay medidas de seguridad que valgan. Pequeña y testaruda, fugazmente inmortal cuando el amor se alió a tu causa.
¿Quién queda tras las devastaciones?, ¿ qué sustituto de tí que pueda convencerte, que proclame primaveras en los empecinados inviernos?.
¿Qué destrucciones de mí harán falta para que yo me empiece y sea decididamente una y completa?.
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