brechas de humanidad
con el cine de Nicholas Klotz y Elizabeth Perceval,
con el de Bruno Dumont y Philippe Garrel,
las dimensiones caleidoscópicas de Bresson o Johan van der Keuken.
Como el estremecimiento
que me provoca
la voz y el gesto de
Miguel Poveda:
el desgarro
su desgarro
mi desgarro.
LA CUESTIÓN HUMANA
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Hablar de una antigua intimidad
un singular titubeo nos camina y
desdobla en infinitos
cualquier certeza:
esa necesidad absurda de
conclusiones.
No tenemos ni idea de lo que nos
pasa,
colmaremos de definiciones
el dolor subterráneo y
no será
menos.
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Y estoy
estoy en esas cosas
que no me gusta hacer,
sobre todo
en esas cosas.
Porque
en lo preferente,
SOY.
Delicada,profunda y
esencialmente
SOY.
Soy todas las palabras que
he buscado y
busco,
husmeándolas,palpándolas,
detectándolas como un
zahorí en los secanos.
Me he sobrevivido en ellas
en su tacto delicioso
aún
cuando el veneno
fuera
implícito.
Soy en ellas áspera y huidiza,pero
ay
si me detengo
rozo el infiníto en
un segundo privilegiado,
ese que
otros desechan
por su discreta
gloria.
Yo me aventuro
en lo absoluto
sin apenas
saber que
contiene;
un elogio
a la distancia
una mirada compasiva sobre
el mundo.
A NUESTROS LÍMITES.
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