Se enriquece el oscuro día,se atempera la incómoda sensación de indiferencia que lo cotidiano muestra.Yo contra la indiferencia,como Ramonet en su libro.
Pensar como rebeldía.
Pensar como antídoto a la siniestra pereza de no hacerlo.
Sobre todo leyendo.
Degustando cine.
Series grandes de ayer,de siempre.
Risas.
Todo iluminado por breves momentos.
Nada me es ajeno.
Ni lo monstruoso.
Totalmente humano.
No es Ramonet,es Ramoneda.
ResponderEliminarMil disculpas al autor aunque nunca llegue a saberlo;yo lo sé.